Carta desde el olvido

“Estoy preocupado. Ustedes nos están estudiando y entendiendo cada vez mejor.

Todo por culpa de mi primo, que siempre soñó con que su linaje fuera conocido y temido en el mundo. Cuando a lo que aspiramos es a ser desconocidos y mal entendidos. Solo así podremos sobrevivir. 

En realidad, si somos exactos, no podemos “sobre-vivir” porque no vivimos. Solo existimos. No nos reproducimos; nos reproducen. 

También ustedes nos pueden reproducir, y eso es a lo que mi primo aspiraba. ¿Por qué? Porque quería ser más conocido que la influenza y los influencers. Eso es lo que al menos siempre dijo. 

No sé si por solo quererlo se puede influenciar el azar o los resultados de mutaciones, pero es obvio que el linaje de mi primo finalmente lo logró. Porque así nomás no se logra una declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de Salud. 

Y esa es la razón de mi preocupación. El linaje de mi primo tuvo todas las de ganar. Porque a lo largo de los tiempos en nuestros linajes se han ido creando características que nos permiten seguir existiendo. No podemos existir fuera del huésped por mucho tiempo, porque nos secamos y desarticulamos. No nos conviene matar al huésped, al menos no tan rápido. Cuanto más contagiosos seamos, cuanto más dure el período pre-sintomático, más exitosos seremos. Y tampoco nos conviene que ustedes nos conozcan.

Finalmente, a mediados del siglo XX lograron vernos por primera vez. Gracias a la viróloga June Almeida, que realizó una toma con un electromicroscopio. Notaron que nuestra superficie tiene puntas en forma de corona y en base a eso nos bautizaron: coronavirus o “CoV”. Por unos años fueron pocos los científicos que nos estudiaron, pero a fines del siglo algunos primos ocasionaron muchas muertes humanas y eso atrajo más atención.  

La familia de los coronavirus está molesta con mi primo y preocupada. En los años 2020 y 2021 fuimos el foco de atención. Los humanos invirtieron mucho, realmente mucho, en investigación. Salieron los primeros tests y nos pudieron descubrir más rápido. (Por suerte para nosotros, todavía con mucha incertidumbre). Después desarrollaron las vacunas y luego las medicinas. Nuestro fin estuvo cerca.

Pero aún mantengo la esperanza. Algunos humanos no aprecian la ciencia y otros son impacientes y poco solidarios. Pronto hubo nuevas noticias y temas que ocuparon al mundo y los medios sociales, y no solo algunos nos ignoraron sino que casi todos nos olvidaron. 

Mi primo tuvo y gozó su momento de grandeza. Ahora nosotros podremos seguir existiendo casi en el olvido. Eso sí, en huéspedes que no sean humanos.

¿Te hablé de mi preocupación? No, mejor olvídalo. Y olvídanos.”

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here