Estimado lector,
Este número trata sobre cambios y constantes. Puede parecerte una contradicción, pero cambios y constantes son parte de nuestra vida, de la existencia de nuestro planeta y del Universo.
Los cambios pueden ser notorios y radicales o sutiles e imperceptibles. A algunos los podemos captar directamente con nuestros sentidos; por ejemplo, los cambios de tamaño, de temperatura o de velocidad. Pero los que se producen a nivel atómico o molecular pueden pasar desapercibidos, salvo que nos apoyemos en instrumentos y métodos especiales de medición. Por otra parte, están las constantes; aquello que permanece invariable en el espacio y tiempo.
Para las relaciones y las normas de nuestra sociedad, y en especial en los procesos de producción y el comercio, es necesario medir ciertos parámetros, los cambios y las constantes. Y hacerlo de forma comparable y confiable. Por eso, hace más de un siglo varios países se pusieron de acuerdo para establecer y definir las unidades de medida de referencia. Esa fue la base para lo que hoy se conoce como el Sistema Internacional de Unidades o SI, por su sigla.
Con los años, los acuerdos sobre las unidades y la definición de cada una de ellas evolucionaron. El continuo desarrollo de la ciencia y la tecnología requiere medir nuevos parámetros y también que las mediciones ofrezcan cada vez mayor certeza. Los aportes y avances de la Metrología han sido fundamentales para la evolución del sistema y para encontrar nuevas formas de definir las unidades acompasadas a los nuevos requisitos y exigencias.
En 1899 un científico visionario, Max Planck, postuló que se deberían encontrar unidades de medida basadas en constantes naturales que deben ser válidas “en todos los tiempos y para todos…también para culturas extraterrestres y no humanas” 1. Los nuevos cambios en el SI y el rol de las constantes son el foco central de esta nueva edición de la revista.
Actualmente las unidades básicas del SI son siete: el metro, el segundo, el kilogramo, el mol, la candela, el kelvin y el ampere. En cuanto a sus definiciones, hasta ahora algunas se basaron en un artefacto particular (es el caso del kilogramo) o en experimentos físicos (es el caso del kelvin y del ampere). Pero un artefacto inevitablemente sufre alteraciones y todo experimento físico tiene límites, y esto fue lo que motivó un cambio trascendente en el SI que regirá desde el 20 de mayo de 2019.
A partir de esa fecha, el SI se basará en siete constantes de la naturaleza. Para cada constante se ha fijado el valor numérico más exacto posible determinado hasta el 2018 y todas las unidades quedarán definidas en base a una ecuación con una o varias de estas constantes. Este cambio de paradigma permitirá que todas las unidades puedan ser realizadas en cualquier lugar del mundo o del Universo. Y algo que no es de menor importancia: la continua evolución de las tecnologías no requerirá nuevos cambios en las definiciones de las unidades. O por lo menos, eso se espera.
Quizás, como a mí, te surja la pregunta inevitable: las siete constantes escogidas, ¿son constantes?
Recibe un cordial saludo,
Alexis Valqui